El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este sábado que contempla intensificar las maniobras militares con Corea del Sur en respuesta a la «amenaza» de Corea del Norte, al reunirse en Seúl con su par de ese país, Yoon Suk-yeol, e indicó que solo se reunirá con el líder norcoreano Kim Jong-un si es «sincero».
En el marco del primer viaje de Biden a Asia, ambos líderes afirmaron que, «en vista de la evolución de la amenaza que representa» Corea del Norte, acordaron «entablar conversaciones con miras a ampliar el alcance y la escala de los ejercicios y entrenamientos militares conjuntos en la península de Corea y sus alrededores».
Según Yoon, con Biden hablaron sobre las diferentes formas de «coordinarse con Estados Unidos sobre el despliegue de efectivos estratégicos si fuera necesario» e incluso, indicó, «aviones de combate y misiles».
Las conversaciones de desarme están estancadas desde la fallida cumbre de 2019 entre Kim Jong-un y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump
Los servicios de inteligencia surcoreanos advirtieron que su vecino del norte había completado sus preparativos para una prueba nuclear y Washington no descara que como «provocación», esto ocurra durante o justo después de la gira del mandatario estadounidense.
Corea del Norte aceleró sus pruebas de armamento desde principios de año. Las conversaciones de desarme están estancadas desde la fallida cumbre de 2019 entre Kim Jong-un y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Cualquier futura reunión con el líder norcoreano «dependerá de si es sincero o no», dijo Biden durante la conferencia de prensa conjunta en Seúl.
Además de hablar sobre las tensiones con Pyongyang y las sanciones a Rusia por la invasión de Ucrania, el objetivo del viaje del demócrata es establecer «una fuerte relación personal» con Yoon, investido hace menos de dos semanas, indicó un funcionario estadounidense citado por la agencia de noticias AFP.
Tanto Japón como Corea del Sur son considerados actores claves en la estrategia estadounidense de frenar la influencia china y mantener lo que la Casa Blanca define como «un Indopacífico libre y abierto».
El objetivo del viaje del demócrata es establecer una fuerte relación personal con Yoon, investido hace menos de dos semanas
En sus primeras declaraciones tras aterrizar, Biden dijo que la alianza entre ambos países era «un eje de paz, estabilidad y prosperidad» y alabó la importancia de Samsung en el mercado de semiconductores, componente vital de casi cualquier producto tecnológico.
Destacando la apertura de una fábrica de semiconductores de Samsung en Texas en 2024, Biden sostuvo que, ante la escasez internacional de esas piezas, Corea del Sur y Estados Unidos deben trabajar para «mantener nuestra cadena de suministro resiliente, fiable y segura».
Los problemas en la cadena de suministro suponen un desafío a nivel interno para el mandatario estadounidense, ante el incremento de precios, que puede restar apoyos a su Partido Demócrata en las elecciones de medio mandato de noviembre.
En la misma jornada, el gobernador del estado de Georgia anunció que el gigante del automóvil surcoreano Hyundai construirá una planta por 5.500 millones de dólares para producir vehículos eléctricos y baterías.
Después de Corea del Sur, Biden continuará el domingo su gira en Japón, donde se reunirá con el primer ministro Fumio Kishida y el emperador Naruhito.
El martes, en tanto, acudirá a una cumbre del grupo militar Quad formado por Australia, Estados Unidos, India y Japón y creado el año pasado como un contrapeso a la influencia de China en Asia-Pacífico.